GAMA ESPECÍFICA DE RACORES PARA LOS TUBOS DE EVACUACIÓN DE EDIFICIOS SANCOL PP Ø 100 reforzados con junta
Para lograr una evacuación óptima de las aguas en el exterior de los edificios, el ensamblaje de los tubos de evacuación debe garantizar la estanqueidad y la durabilidad de la red de canalización, incluso en caso de cambio de dirección. Si están mal realizadas, las uniones entre los tubos son secciones propensas a las fugas de agua, a las fisuras o a las roturas.
Para asegurar que se acompañen los movimientos del suelo, ATE ha desarrollado una gama de racores reforzados con junta de diámetro 100, que complementa a los tubos de PVC SN4 o SN8 SANCOL.
Racores de PP reforzados, diseñados para el exterior
Las aguas pluviales y residuales de una vivienda individual deben dirigirse hacia el alcantarillado público, o hasta una instalación de tratamiento individual situado en la parcela en caso de no disponer de conexión con un sistema de saneamiento colectivo. En ambos casos, la evacuación de estas aguas hacia una fosa de aguas residuales y/o a la red de alcantarillado debe realizarse de tal forma que garantice la estanqueidad y la durabilidad de la red.
Primera precaución a tomar: elegir unos tubos de PVC diseñados para ser enterrados y para resistir el aplastamiento constante del peso de la tierra. Los tubos Sancol de ATE Drainage tienen la clasificación SN4 o SN8 según su nivel de resistencia mecánica. La conexión de estos tubos se realiza mediante juntas y no por encolado, lo que permite acompañar los movimientos naturales del suelo.
Para asegurar la conexión de los tubos SANCOL con junta, ATE Drainage ha desarrollado una gama de racores con junta, conformes a la norma NF EN 1451-1, con una resistencia mecánica SN4.
Hay disponibles varios tipos de racores: junta de codo con diferentes grados, manguito, empalme, tapón, Y 45°y T 87,5°, para adaptarse a cualquier ángulo y curvatura de la parcela.
Marcas para facilitar la colocación
Los racores se instalan sin encolado en tres pasos. El tubo previamente es biselado, y después se aplica un lubricante en el extremo del tubo y en la junta del racor. A continuación, el tubo se introduce en el racor hasta el tope. La ejecución de la conexión es fácil gracias a una marca de alineamiento y de correcta introducción y a una marca de ángulo.
El diseño del tubo está diseñado para facilitar la instalación y evita la necesidad de realizar una colocación provisional de prueba, lo que supone un ahorro de tiempo significativo. El ensamblaje de los tubos mediante junta y no por encolado garantiza la estanqueidad.
Además, este procedimiento acompaña los movimientos naturales del suelo, reduciendo el riesgo de rotura del sistema.